Designamos como técnicas pasivas las técnicas realizadas por el fisioterapeuta o llevada a cabo por una fuerza externa (por ejemplo un aparato) y que se dejan hacer los pacientes sin desarrollar una actividad motora voluntaria.
Según la fuerza exterior aplicada, distinguimos: Movilización pasiva asistida, cuando la realiza el fisioterapeuta de forma manual o bien por medios mecánicos. Movilización autopasiva, cuando es el propio paciente el que la realiza de modo manual o mediante poleas. Movilización pasiva instrumental, cuando es realizada por aparatos o máquinas electromecánicas. Las movilizaciones pasivas asistidas pueden ser analíticas o globales. En el primer caso, la movilización tiende a dirigirse a una sola articulación, mientras que la movilización global va dirigida a diferentes articulaciones.
Movilización infradolorosa; no movilizar forzadamente
Controlar amplitud, velocidad, fuerza, la duración técnicas y la calidad del movimiento articular
Procesos inflamatorios o infecciosos agudos. Anquilosis establecida. Fracturas en su período de consolidación. Osteotomías o artrodesis. Articulaciones muy dolorosas. Derrames articulares. Rigideces articulares postraumáticas. Hiperlaxitud articular, con la excepción de la parálisis flácida. Los procesos como en los tumores óseos o medulares, en la osteoporosis infecciosa e inflamatoria.